COSECHA TARDÍA
El año vitivinícola 2013 supuso una apreciada reconexión con el glorioso pasado de las cosechas tardías.
Después de un invierno frío y húmedo, la primavera fue gris, bastante fresca y extremadamente lluviosa. Las viñas empezaron a brotar unas dos semanas más tarde que la media de la década, un retraso que se prolongó hasta la vendimia. El verano cálido y seco fue el más soleado registrado en la región de Champaña, resultando especialmente beneficioso para la calidad de las uvas.
Las lluvias de principios de septiembre dieron paso rápidamente a los vientos de levante, que mantuvieron las uvas sanas hasta su recolección. La vendimia en Dom Pérignon comenzó el 28 de septiembre. La cata de esta añada reveló un prometedor equilibrio entre acidez y cuerpo.
ELEGANTE CLARIDAD
La creación de la añada 2013 revela la armonía entre las pinot noir y las chardonnays, entre la acidez y la corpulencia. El buqué preciso, elegante y táctil florece en una delicadísima trenza aromática granulada alrededor de tres matices: primero, cítricos; después, una faceta más vegetal; y, por último, especias. Esta precisión revela una elegancia simple y evidente donde el vino, después de un ataque etéreo, amplifica y florece antes de dar paso a una sensación indescriptible de claridad.
EQUILIBRIO ENTRE LA ACIDEZ Y LA REDONDEZ
La delicada nariz se despliega en franjas de color. El verde del eucalipto, la menta y el vetiver, el amarillo anaranjado de las ciruelas mirabel, el albaricoque y el azahar, el marrón de la pimienta, los palos de cardamomo y el regaliz y, por último, matices plateados salinos y tostados. Es elegante en boca y expresa una lujosa simplicidad y precisión. La base refinada y sedosa se acentúa en el corazón. El final está dominado por una salinidad que deja una profunda sensación de consistencia.