La Guilfa es, en el asturiano ancestral, el viento gélido que precede la nevada que sana el suelo al que se aferran, retorcidas, las cepas de Albarín blanco de las que nace este vino.
Fermentado y criado sobre sus lías, en las mejores barricas de roble francés, es un vino para disfrutarlo pausadamente.
16,80 €
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